El Proyecto MARPOCS (Multinational Response and Preparedness to Oil and Chemical Spills) nace de la necesidad de combatir conjuntamente la contaminación marina entre las regiones colindantes. De esta manera, en el marco de la cooperación regional en el Atlántico Nororiental, y tras los diversos accidentes relevantes sucedidos tanto en las costas de España como las de Marruecos, Francia o Portugal, surge este nuevo proyecto financiado por la Unión Europeo y coordinado por MARETEC (Instituto Superior Técnico, PT).
El Acuerdo de Lisboa, ratificado recientemente (2014) por los países mencionados anteriormente y también por la UE, prevé cooperación en caso de accidentes ambientales. Las estrategias transfronterizas para hacer frente a la contaminación marina por sustancias nocivas y peligrosas (SNP) y, especialmente, por vertidos de petróleo se han desarrollado en diversas regiones al amparo de acuerdos internacionales y de proyectos de I+D+i de la UE. No obstante, la subregión atlántica que abarca Marruecos, Madeira y las Islas Canarias no se ha integrado de forma similar. Las prospecciones de petróleo y gas y las actividades de perforación llevadas a cabo recientemente en esta zona, están elevando la sensibilización en contra de amenazas medioambientales potenciales. Aunque los accidentes por vertidos de SNP no ocurren tan a menudo como los vertidos de petróleo; sus impactos, la variedad de productos y el crecimiento del volumen transportado justifica el desarrollo de capacidades tanto regionales como transfronterizas para solucionar ambos tipos de vertido. Esto es particularmente relevante en la zona estudiada, pues es una zona ecológicamente sensible y depende socioeconómicamente de recursos y turismo marino-marítimo.
Basado en esfuerzos previos de la UE y conforme a los protocolos paralelos internacionales (OPRC-HNS etc.), estrategias y recientes iniciativas en I+D+i de dicha institución, MARPOCS promueve un marco operacional común, con herramientas de vanguardia de ayuda a la toma de decisiones basadas en modelos, y ejercicios para vertidos de SNP y petróleo, adaptado a la región y apoyado por la cooperación transfronteriza, la implementación y la formación de autoridades locales, regionales e internacionales. Esta estrategia reforzará la capacidad para la asistencia mutua y la preparación multinacional, así como la respuesta frente a episodios de contaminación accidental en esta subregión transfronteriza, según lo planificado en el Acuerdo de Lisboa.