La pasada semana se celebró la segunda edición de la Conferencia Internacional sobre Microplásticos (MICRO2018), en Lanzarote. Este encuentro bianual nació de un proceso colaborativo coordinado por la comunidad científica con el objetivo de conectar con la sociedad con la problemática de los microplásticos como vehículo.
Cinco intensos días de programación de mañana y tarde dieron cabida a unas 300 comunicaciones orales y más de 160 pósters que, recorriendo agua, tierra y aire, desde la química, la biología o la física, describieron la innegable ubicuidad de los microplásticos en el ambiente.
No menos importante en este asunto, la ciencia ciudadana, las iniciativas sociales catalizadas por diversas organizaciones sin ánimo de lucro, así como el mundo del arte y la comunicación efectiva (¡y divertida!) tuvieron su espacio en la Conferencia.
Por parte de nuestro grupo de investigación, aprovechamos la oportunidad para presentar nuestro trabajo y buscar alianzas, con el objetivo de instalar el muestreador de microplásticos a bordo de embarcaciones de oportunidad y contribuir de esta manera a la mejora en la monitorización de la contaminación por microplásticos exigida en la Directiva Marco Estrategia Marina.